Los abulenses recordamos, con grata complacencia, la exposición “Testigos”, de “Las Edades del Hombre”, montada en la Catedral del Salvador de nuestra ciudad. Cerca de un millón de personas acudieron a visitar esta muestra, una manifestación maravillosa de fe y de arte que se convirtió en uno de los acontecimientos más relevantes de la historia abulense, no sólo del año 2004 sino de varios decenios. Exceptuando la visita de Juan Pablo II, en 1982, nunca antes, ni después, hasta esta exposición, habían acudido a Ávila tantos visitantes. Tuvo un rico precedente otra exposición, “Castillo Interior”, en 1995, que el hoy cardenal Cañizares promovió para contribuir al desarrollo espiritual, artístico y material de esta ciudad. Varios cientos de miles de personas disfrutaron del espléndido espectáculo de aquel evento que tuvo como eje central a nuestra paisana Santa Teresa.
Cuando está a punto de cerrarse, en la concatedral de San Pedro de Soria, la por ahora última muestra de “Las Edades del Hombre”, titulada “Paisaje Interior”, Arévalo pide que, en la capital morañega, se organice otra exposición similar. Bien me parece la propuesta, que, de entrada, cuenta con el apoyo del Ayuntamiento, partidos políticos y Cámara de Comercio de aquella ciudad.
Todos sabemos que manifestaciones religiosas y culturales como las que ha venido realizando la Fundación “Las Edades del Hombre” en las once diócesis de Castilla y León, han servido para dar a conocer parte del rico patrimonio histórico y artístico de nuestra Comunidad y para contribuir al desarrollo económico de la misma. Probablemente sea este patrimonio, junto con el idioma, la mayor riqueza que puede aportar esta tierra a la sociedad actual.
Hay que apoyar la petición arevalense. La Fundación “Las Edades del Hombre” debe ser receptiva a esta propuesta. Si el ciclo de las exposiciones en las catedrales se ha agotado con Soria, puede iniciarse una etapa nueva en la que otros muchos templos acojan muestras similares. Arévalo, por su historia y por su patrimonio monumental, es digna de albergar, en alguno de sus muchos edificios religiosos, una exposición que atraiga hasta esta ciudad a cientos de miles de visitantes. Sin duda sería un gran estímulo para todos los arevalenses y para el resto de los abulenses.
Cuando está a punto de cerrarse, en la concatedral de San Pedro de Soria, la por ahora última muestra de “Las Edades del Hombre”, titulada “Paisaje Interior”, Arévalo pide que, en la capital morañega, se organice otra exposición similar. Bien me parece la propuesta, que, de entrada, cuenta con el apoyo del Ayuntamiento, partidos políticos y Cámara de Comercio de aquella ciudad.
Todos sabemos que manifestaciones religiosas y culturales como las que ha venido realizando la Fundación “Las Edades del Hombre” en las once diócesis de Castilla y León, han servido para dar a conocer parte del rico patrimonio histórico y artístico de nuestra Comunidad y para contribuir al desarrollo económico de la misma. Probablemente sea este patrimonio, junto con el idioma, la mayor riqueza que puede aportar esta tierra a la sociedad actual.
Hay que apoyar la petición arevalense. La Fundación “Las Edades del Hombre” debe ser receptiva a esta propuesta. Si el ciclo de las exposiciones en las catedrales se ha agotado con Soria, puede iniciarse una etapa nueva en la que otros muchos templos acojan muestras similares. Arévalo, por su historia y por su patrimonio monumental, es digna de albergar, en alguno de sus muchos edificios religiosos, una exposición que atraiga hasta esta ciudad a cientos de miles de visitantes. Sin duda sería un gran estímulo para todos los arevalenses y para el resto de los abulenses.
José Manuel Serrano
Doctor en Periodismo
Cope.es Opinión